miércoles, 18 de abril de 2012

MEDICINA FORENSE

Concepto: Es la aplicación de los conocimientos médicos a los problemas legales o derivados del legislador.
Es la rama de la medicina que asesora sobre asuntos biológicos, físicos, químicos o patológicos al Poder Judicial, entidades administrativas del Estado y personas jurídicas que lo requieran.
La medicina legal es la disciplina que efectúa el estudio, teórico y práctico de los conocimientos médicos y biológicos necesarios para la resolución de problemas jurídicos, administrativos, canónicos, militares o previsionales, con utilitaria aplicación propedéutica a estas cuestiones.
Como ciencia tiene asunto, fin y métodos.
Asunto: Son los conocimientos médicos en toda su enorme amplitud y las normas jurídicas que necesitan asesoramiento medico.
Finalidad: es su aplicación de la ley, reglamento, decreto, ordenanza, etc.
Método: No son tan solo los biológicos sino también los de las ciencias sociales.

  •  Ramas de la medicina legal
  • Odontología legal
  • Química legal
  • Tanatologia
  • Asfixiologia
  • Sexología legal
  • Psiquiatría forense
  • Traumatología forense
  • Identificación
  • Estomatología forense
  • Patólogo forense
  • Antropología forense
  • Genética molecular
Odontología forense: Comprende el estudio de todo lo relacionado con las lesiones producidas por los elementos de la boca, las lesiones producidas por la boca, la identificación por las huellas que deja, la identificación antropológica bucodental, las incapacidades funcionales, tiempo de reposición.

Química legal: Abarca el estudio de los medios de análisis químicos de aplicación en la investigación de huellas o indicios

Asfixiologia: Es el estudio de las asfixias mecánicas.

Identificación: Es la parte de la medicina legal encargada de estudiar los procedimientos para reconocer a una persona.

Estomatología forense: Se encarga de estudiar el desarrollo de los huesos y las larvas de los insectos que se encuentran en un cadáver en descomposición, a fin de obtener datos muy precisos y poder calcular aproximadamente la muerte de la víctima.

Patólogo forense: Son los encargados de determinar la causa de muerte de la víctima, observando el cuerpo y realizando las autopsias. Son capaces de apreciar las heridas que se perciben a simple vista, así como de relacionar los objetos próximos que hayan podido ser armas, y exponer a la policía lo que pudo haber pasado en el lugar del crimen, aun sin haber realizado exámenes exhaustivos.

 GENÉTICA FORENSE

 La determinación de los caracteres del DNA de cada individuo, su "huella biológica", supone un avance en los procedimientos judiciales como lo fue a finales del siglo pasado la huella dactilar. La exactitud de la identificación de la persona a través del DNA es superior a cualquier otra técnica actualmente existente.


En la actualidad, el tipado de DNA con marcadores polimórficos se utiliza también en diversos tipos de análisis: estudios de la paternidad y análisis forenses.
Mediante el análisis de varios marcadores polimórficos muy informativos (que muestran gran número de variantes alélicas) se puede determinar la similitud o identidad de los DNAs.
Los análisis se acompañan de un cálculo probabilístico que establece la certidumbre del resultado (BLAZQUEZ y HERNANDEZ-CHICO, 1995).
Asimismo, en varios países, Dinamarca inclusive, está en estudio el establecimiento de registros de perfiles de DNA que engloben a determinados grupos de delincuentes.

En relación con la denominada "prueba del DNA", empleada sobre todo en las violaciones, se observa que los tribunales tienden a emplearla como una prueba indicaría que queda dentro de su ámbito de valoración.

Sin embargo, en cuanto a la posible pertinencia de los instrumentos analíticos de genes en la investigación de la responsabilidad penal, KOCK (1994), director del Departamento de Derecho Médico del Instituto Max Planck, llega a la conclusión de que los métodos de análisis de genes no llegarán a sacudir los fundamentos del concepto de culpabilidad y presumiblemente desempeñarán una función de importancia secundaria en la valoración forense de la capacidad jurídico-penal.

En el pasado, era frecuente tratar de dar una explicación genética a la perpetuación de actos delictivos; por el contrario, las teorías modernas buscan explicaciones mas sociológicas y psicológicas de la delincuencia. No obstante, se confía en que el análisis genético arroje luz sobre algunos tipos de predisposiciones delictivas, aunque sólo sea de forma parcial.

El análisis genómico ayuda únicamente a detectar estructuras vagas del comportamiento humano. Debido a que determinados síntomas de enfermedades se corresponden con ciertas anomalías genéticas, este procedimiento es así mismo aplicable para establecer un diagnóstico acerca de la existencia o no de los requisitos biológicos de no-culpabilidad (TRIFFTERER, 1994) como es el caso de enfermedades mentales, deficiencias mentales, etc. Sin embargo, el diagnóstico de los requisitos biológicos para la no-culpabilidad, no son todavía prometedores. El diagnóstico genético supone a lo más, una ayuda adicional para la valoración y siempre en confluencia con los métodos tradicionales.

Y puesto que el análisis del DNA es posible utilizando simplemente una gota de sangre, la cuestión se reduce a la legalidad de una muestra de sangre obligatoria. En Alemania, por ejemplo, está admitida. En Austria, sin embargo, la ley no prevé esta cuestión; no obstante, la jurisprudencia y la doctrina aceptan que dicho procedimiento necesita el consentimiento del interesado.

Por otro lado, como defiende LLEDÓ (1994), el planteamiento ha de ser que en cada caso los análisis genéticos en el ámbito judicial deberían especificar el objeto del análisis referido al caso concreto, evitando informaciones del individuo innecesarias, salvaguardando todas las garantías a fin de que los datos genéticos sean utilizados únicamente en la finalidad pretendida, esto es, la determinación de la identidad. En línea con lo expuesto, se concluye que deberán prevalecer siempre aquellos métodos que comporten la cantidad mínima posible de información innecesaria para la finalidad que se pretende. Del mismo modo, asegurar también el anonimato en todos cuantos exámenes se hagan sobre el DNA, y si en su caso fuera necesario, incluso prohibir la recogida generalizada de información genética cuyo uso no fuese necesario al objeto de la investigación. Vemos que el riesgo mayor será intentar no invadir la esfera de la intimidad del sujeto violando sus derechos fundamentales.

La falta de una estructura médico-legal adecuada es muy grave en muchos países desarrollados y no sólo afecta a la pericia en materia de DNA, sino a otras pericias médico-legales de extraordinaria importancia. Sería necesaria la implantación en todos los países de sistemas armónicos a los que tengan acceso en igualdad de condiciones la defensa y la acusación (CARRACEDO, 1994). Así mismo, sigue diciendo Carracedo, particularmente en España parecería lógica la creación urgente de Institutos Regionales de Medicina Legal que se puedan contraperitar libremente y estén dotados de los medios adecuados. Su implantación está prevista en la Ley Orgánica del Poder Judicial desde hace más de una década.

En definitiva, el análisis del DNA con fines de identificación forense es un método de enorme valor si se realiza con rigor. Desde el punto de vista pericial, ha representado un enorme avance técnico, pero tan importante ha sido a su vez el avance en la estandarización, coordinación y control de calidad que ha supuesto.

A pesar de recomendaciones como la del Consejo de Europa y de grupos técnicos de trabajo (ISFH: International Society for Forensic Haemogenetics, EDNAP: European DNA profiling group, etc.) se ha avanzado poco desde el punto de vista legislativo en la mayoría de los países. Persiste así mismo el problema de la creación o no de bases de datos de delincuentes convictos por delitos graves que tiene que ser debatido y legislado.

IDENTIFICACIÓN DE INDIVIDUOS. UTILIZACIÓN EN CRIMINALÍSTICA.

Ya en los años sesenta, Dausset había descubierto un conjunto de genes que codificaban unas proteínas presentes en la superficie de todas nuestras células. Entonces esas proteínas tenían una función desconocida. Su configuración variaba mucho de un individuo a otro, de tal manera que se podía distinguir fácilmente a un individuo de otro estudiando estas moléculas, llamadas HLA. Se entreveía la noción de identidad bioquímica; era la primera vez que se observaba que cada célula era portadora de la identidad de un individuó.

La aplicación de las huellas genéticas a los restos biológicos es de gran importancia en criminalística. Se produce la identificación positiva cuando las huellas genéticas del material de prueba coinciden en su totalidad con las del sospechoso. En caso contrario, se produce la exclusión.

Los restos biológicos presentan la dificultad añadida de que en ocasiones son muy escasos y, además, el material genético que se extrae de los mismos se encuentra altamente degradado, dificultando en gran medida el análisis del DNA minisatélite. Para obviar estos problemas, se ha realizado un gran esfuerzo entre la comunidad científica con la finalidad de desarrollar nuevas metodologías capaces de identificar genéticamente cantidades infinitesimales de restos biológicos, aún en mal estado de conservación. El DNA microsatélite, de menor tamaño que el minisatélite, ha demostrado ser más apropiado para la identificación en estos casos. Esta clase de DNA es susceptible de ser amplificado mediante la PCR, de manera que es posible aumentar hasta un millón de veces la cantidad de DNA inicial (KIMPTON et al., 1993). Además, debido al pequeño tamaño de cada región microsatélite, el estado de degradación del material genético a estudiar tiene menor influencia y ha sido demostrado que restos biológicos, que no podían ser identificados hasta muy recientemente, son ahora diagnosticados con éxito, de manera que es ya una realidad la identificación a partir de minúsculas manchas de sangre, de una única raíz de cabello, e incluso de los restos de saliva que contiene la boquilla de un cigarro (TAMAYO y MARTÍNEZ, 1994).

De hecho ya se está haciendo rutinario la inclusión del informe médico sobre el análisis comparativo del DNA mitocondrial de una muestra biológica de un sujeto determinado en los sumarios judiciales.

Así por ejemplo, el Banco Nacional de Datos Genéticos de Argentina, creado por la Ley 23.511, brinda asistencia técnica para esclarecer genéticamente vínculos biológicos cuestionados en sede judicial o a nivel particular.

Por su parte, El Tribunal Supremo alemán, en su sentencia de 12 de agosto de 1992, después de cuestionar las bases del examen pericial y ante un nivel de probabilidades de acierto de un 99,986% señala que, en todo caso, la prueba del DNA ha de ser tratada como un indicio, que se ha de constatar junto con otros, para llevar al tribunal a la convicción sobre la culpabilidad del acusado (Sentencia del Tribunal Supremo Alemán, 1992). Pese a que los tribunales alemanes reconocen el análisis del DNA, aun cuando no quedan voces críticas frente a ello (KIMMICH, SPYRA, STEINKE, 1993), el tratamiento de la prueba que  presenta un margen de error, por pequeño que sea -en el caso tratado, un 0,014%-, implica la libertad del tribunal para absolver al acusado.

Señalaremos también que la recomendación final del Informe Rothley (Parlamento Europeo, 1989) es que los análisis genéticos no se deben aplicar por principio en los procedimientos civiles o penales, si bien cabe establecer excepciones (como investigación de la paternidad o una posible autoría en el proceso penal).

Otro aspecto a tener en cuenta, y derivado de los análisis genéticos en el ámbito forense, será que no se adquieran o utilicen también resultados relativos a enfermedades ocultas o futuras, o a características de la personalidad condicionadas genéticamente, debiéndose descartar todos los procedimientos de prueba que pudieran dar lugar a informaciones de este tipo.


Autopsia 

La denominada autopsia médico-legal se hace siempre por orden de la autoridad judicial en caso de muerte violenta o sospechosa de criminalidad, aún cuando por la inspección ocular exterior pueda presumirse el motivo del fallecimiento.
Luego de realizadas todas las diligencias que no hemos referido en el lugar del hecho, el siguiente paso es la autopsia. La autopsia se hace siempre por orden de la autoridad judicial en caso de muerte violenta o sospechosa de criminalidad aun cuando por inspección ocular exterior pueda presumirse el motivo del fallecimiento.
La autopsia revela el como y cuando de la muerte.
Pero no siempre es fácil saber quien es la víctima. Es estos casos la necroseña (huellas tomadas al cadáver), la ficha dental y la ficha antropometría son los puntos de partida.
Una buena autopsia nos indica la causa de la muerte, si fue un suicidio o un asesinato, una pistola o un revolver a cuanta distancia se produjo la agresión o la trayectoria de una bala incluso nos dice si el asesino es diestro o zurdo, si es muy alto o bajo.
La autopsia también nos indica como fue la muerte: si hubo lucha o no, si la víctima intento defenderse o fue sorprendida.

 Principales pasos

1.      Levantamiento del cadáver
En el sitio dónde se halla el cuerpo sin vida se persona, además de la policía, la comisión judicial, que está formada por el juez de instrucción, el secretario del juzgado y el médico forense. Este último constata que la víctima está realmente muerta. Posteriormente, se debe hacer un estudio escrupuloso de la escena del delito. Los expertos, entre otras cosas, realizan los siguientes actos: identificación del cadáver (si ésta es posible), descripción de los signos de muerte (livideces, rigidez...) y la estimación de la fecha de fallecimiento, anotación de todas las lesiones que se aprecian, realización de fotografías y esquemas del cadáver y su sitio, búsqueda de rastros de manchas, armas y demás indicios de interés criminalístico.
2.      Examen externo del cuerpo vestido
Una vez trasladado el cadáver al instituto forense, se constatan los signos ciertos de muerte. Los forenses concretan la identidad de la víctima y realizan su descripción detallada: edad, estado de la dentición, talla, peso, color de pelo y ojos, cicatrices, tatuajes...
En ciertos casos, como son la muerte por carbonización y por armas blancas o de fuego, el cadáver es radiografiado. Por último los forenses analizan las roturas y manchas existentes en las ropas e intentan correlacionarlas con las lesiones corporales.
3.      Examen externo del cuerpo desnudo
Tras retirar las vestimentas, se deben efectuar, entre otras, las siguientes actuaciones: tomar fotografías y hacer diagramas del cuerpo, así como de las heridas y anomalías congénitas o por enfermedad. Describir cada lesión, localización anatómica, tamaño, forma, color, trayectoria, características, etc. Recabar otras pruebas de interés criminalístico, pelos, bordes de las uñas, fibras, barro, polvo y fluidos corporales. Examinar y recoger muestras, si procede, de los orificios naturales.
4.      Examen interno:La disección de los órganos se realiza básicamente mediante dos métodos: el de               Virchow y el de Zenker. En el primero, el forense extrae las vísceras una a una y las examina por separado. Por el contrario, la técnica de Zenker consiste en sacar  los órganos en masa y separarlos por sistemas orgánicos (aparato digestivo, respiratorio, genital...). Con independencia del método utilizado, cada autopsia incluye una serie de pasos que hay que seguir, según el tipo de muerte que se sospeche. La extracción de órganos comienza con la retirada del cerebro, continúa por el cuello y el tórax, y finaliza en el abdomen. Las vísceras son pesadas y examinadas por dentro y por fuera. También se recogen muestras de ellas, para llevar a cabo estudios histológicos y toxicológicos que ayudan a esclarecer la causa de la muerte.

¿A QUÉ HORA DICE QUE FALLECIÓ?

Inmediatamente después de morir, ocurren una serie de procesos biológicos que conducen a la descomposición del cadáver y que, para los forenses, hacen las veces de cronómetros de la muerte.

1. Perdida del calor del cuerpo: En vida la temperatura se mantiene a 36,6 C. Después de acaecido la muerte, la temperatura corporal tiende a nivelarse con el medio ambiente. En ritmo con que se lleva a cabo este proceso de enfrentamiento depende en términos generales de la temperatura del cuerpo en el momento de la muerte y de la temperatura del medio en donde se encuentra el cadáver.
En condiciones normales de enfriamiento se realiza mas rápidamente si la temperatura del ambiente es bajo. La cantidad de grasa o tejido adiposo influye también; a mayor cantidad de grasa el enfriamiento se hace lentamente.
A pesar de las múltiples variaciones que ofrece este proceso en investigador debe estimar siempre la temperatura del cadáver. La simple palpación permite apreciar en regiones menos expuestas a la intemperie como las axilas, si aun persiste una temperatura superior al resto del cuerpo, la que indicaría una muerte relativamente reciente. El enfriamiento completo en condiciones normales de temperatura, permitiría una estimación no menor de 18 a 20 hs. a la antigüedad de la muerte. 

2. Lividez cadavérica: Cuando se produce la muerte, cesa la circulación y la sangre en virtud de la acción de la gravedad, se desplaza hacia las regiones del cuerpo que quedan en planos inferiores según la posición que guarde el cadáver. Este desplazamiento se objetiva en forma de manchas de coloración rojovinosas que reciben el nombre de livideces y que comienzan a formarse en la mayoría de los casos después de que ha transcurrido aproximadamente 2 hs. de la muerte.
El estudio de las livideces es importante por 2 razones:
a)      Informa el tiempo transcurrido desde la muerte.
b)      Permite determinar si el cuerpo ha sido movido algún tiempo después de producida la muerte.
La coloración de las livideces puede variar en tono e intensidad; en los casos en los que el individuo ha respirado un aire cargado de monóxido de carbono, las livideces adquieren una coloración rojo púrpura. Cuando la perdida de sangre ha sido cuantiosa las livideces son poco ostensibles.
En el curso de las primeras horas, la presión ejercida con las extremidades de los dedos sobre la piel en la que aparecen livideces, hace desaparecer la coloración que las caracteriza, pero si transcurre mas tiempo la presión ejercida ya no las hace desaparecer.

3. Rigidez cadavérica.Es la consecuencia del endurecimiento de los músculos. Inmediatamente después del fallecimiento el cuerpo ofrece un estado de flacidez tal que la cabeza y los miembros pueden ser fácil y ampliamente movilizados y colocados en cualquier posición.Cuando se presenta la rigidez los músculos se endurecen y la flexibilidad desaparece. No hay un criterio uniforme de cuando se inicia la rigidez, en términos generales podríamos decir que comienza entre la tercera y la quinta hora que sigue a la muerte comenzando por los músculos de la mandíbula, la nuca, los del tórax, los miembros superiores, abdomen y por ultimo los miembros inferiores.
El lapso que transcurre entre la iniciación y la terminación puede estimarse entre 8 a 12 hs.
Aun cuando el periodo que dura la rigidez es variable, generalmente se estima entre 12 y 24 hs., pero no es excepcional que se prolongue por espacios de dos a tres días. En todo caso desaparece, y sigue un curso similar al descripto a propósito de la rigidez.

 4. Evolución de la putrefacción: La putrefacción se suele definir como la descomposición de las materias orgánicas del cadáver, producidas por gérmenes y por hongos saprofitos, con formación de gases. El primer signo de putrefacción bacteriana aparece a las 24 horas de la muerte. Se trata de la llamada mancha verde abdominal, que en sólo una semana se extiende por todo el cuerpo. En el tracto intestinal se desarrollan enormes cantidades de bacterias que intervienen en la destrucción de los tejidos; en cierto modo en el organismo mismo se encuentran los factores que intervienen en su descomposición.
Si el cadáver queda expuesto a la intemperie en la época de verano, el proceso de descomposición evolucionara rápidamente. Si a esta circunstancia se agrega la acción de los insectos y otros animales, la destrucción se lleva a cabo aun con mayor rapidez. La temperatura ambiente, la cantidad de ropa, la corpulencia, las características del terreno, son otros elementos que intervienen en la mayor o menor rapidez con que se realiza la destrucción del cuerpo.
Los primeros signos reveladores de la putrefacción consisten en la coloración verdosa de la piel del abdomen, la cual se extiende progresivamente al resto de los tegumentos y va adquiriendo un tinte más oscuro; la acumulación de gases en el intestino y en la cavidad peritoneal aumentan las dimensiones del tronco y una especie de edema subcutáneo le imprime a las facciones proporciones exageradas, al grado de dificultar su identificación.
 A las 48 horas hace acto de presencia la cadavérica, un líquido que resulta de la química de la descomposición, y a las 72 horas el cuerpo empieza a hincharse, especialmente la cara, las mamas y el escroto. La red venosa superficial se hace más visible y en la piel se forman vesículas.
Entre la primera y segunda semana entran en acción los insectos artrópodos cadavéricos, también conocidos como escuadras de la muerte. Éstos se encargan durante los meses siguientes de dejar limpios los huesos. 
5. Examen del contenido gástrico:En ocasiones el examen cuidadoso del contenido gástrico ayuda en la estimación de la época de muerte. La presencia de alimentos, su composición y grados de digestión, o bien la ausencia de productos alimentarios permite conjeturar acerca de la ingestión de la ultima comida.

  La autopsia también nos determina el como de la muerte a continuación se detallan las características particularidades de 4 tipos diferentes de muerte que requieren cierta atención:
1.      Homicidios causados por lesiones inferidas con armas cortantes, punzantes o punzo cortantes.
2.      Muerte por asfixia
3.      Investigación de cadáveres carbonizados
4.   Muerte causada por la acción venenos

1. Homicidios causados por lesiones inferidas con armas cortantes, punzantes o punzo cortantes
      
 Los caracteres de una herida producida por un cuchillo, están en relación con tres factores:
  1. Peculiaridad del arma por lo que se refiere a la forma de la hoja lo agudo de la punta, la mayor o menor perfección del filo, la presencia de 1 o de 2 filos.
  2. La manera de empuñar el arma al inferir las heridas. Cuando la penetración se realiza coincidiendo sensiblemente con un ángulo de 90º en relación con la superficie del cuerpo, las dimensiones correspondientes con el ancho de la hoja pero si la penetración coincide con un desplazamiento del arma, la herida muy probablemente tendrá en el exterior una dimensión mayor.
  3. La ubicación de la herida en el cuerpo. La elasticidad de la piel y la retracción de los bordes intervienen para concederle una mayor o menos anchura. Para lograr una identificación genérica y especifica del arma usada es necesario examinar cuidadosamente todas las heridas, cediéndole particular interés a las que fueron producidas al introducir y extraer al arma en forma prácticamente directa.
Características de las heridas de suicidio

El suicida recurre de preferencia a navajas de afeitar. El sitio en donde inicia, es frecuente ver 1 o más cortes superficiales de 2 a 3 cm. O aun de mas longitud. Estas lesiones fueron producidas en momentos de indecisión o bien que hubo un propósito de probar la eficiencia del arma antes de proceder a la consumación de la lesión mortal. Si la herida alcanza una profundidad suficiente para causar la muerte, por lo regular queda seccionado el tracto respiratorio; en estos casos una cantidad considerable de sangre indicara la luz de la traquea y de los gruesos bronquios.
Si la muerte ocurre a consecuencia de la sección de los tejidos del cuello, el cuchillo o la navaja frecuentemente quedan sostenidos enérgicamente en la mano del suicida.
Si se identifican estas características se impone la presunción de suicidio.
Es frecuente que una persona intente quitarse  la vida haciendo cortes en las muñecas y en los tobillos con navajas, vidrios o con cualquier otro instrumento que tenga filo.
Estos intentos por lo general fallan por varias razones. Las arterias al nivel de las muñecas están bien protegidos tanto por elementos óseos como por tendones que ofrecen resistencia.
Cuando el suicidio se consuma mediante el uso de instrumentos punzocortantes, el cadáver de la víctima se encuentra en el lugar en donde se realizo el propósito; cuando la maniobra es homicida, lo frecuente es que la víctima intente escapar dejando manchas de sangre en su recorrido.

Características de las heridas homicidas.

A menos que la víctima haya sido sorprendida dormida, no es fácil que muera a consecuencia de heridas inferidas por instrumentos cortantes. El homicidio por lo general es el resultado de numerosas lesiones inferidas por un instrumento punzo-cortante.
Si la víctima tuvo oportunidad de defenderse se encontraran manchas de sangre esparcidas en áreas bastantes extensas. La actividad defensiva se puede determinar mediante el examen de las palmas de las manos y de los antebrazos. La persona que se defiende instintivamente levanta el antebrazo izquierdo para proteger el rostro, esta actividad defensiva se traduce en la presencia de heridas profundas en los antebrazos.
Las heridas que resultan mortales generalmente se ubican en el cuello y en la porción superior de la cara anterior del tórax.

Descuartizamientos y mutilaciones post mortem

 El examen cuidadoso de los bordes de los cortes en los lugares en donde se practico el descuartizamiento permite conjeturar si la operación la llevo a cabo un aficionado o un individuo con conocimiento en anatomía.

 2. Muerte por asfixia:
La asfixia es la falta de oxigeno en los tejidos y en especial los que corresponden al cerebro. Las causas representan mecanismos que interfieren el suministro adecuado de oxigeno.

Asfixia por ahorcamiento:

      Esto puede ser:

Completo:   cuando el cuerpo aparece totalmente suspendido en el aire.

 Incompleto:  si muestra algún tipo de apoyo

El ahorcamiento presenta un color blanco cuando el lazo ha obstruido la circulación venosa y arterial y azulado si solo ha colapsado la vena.
No es pensable que el cuerpo quede literalmente suspendido para que se produzca el ahorcamiento dado que en cualquier posición en la que se ejerza una presión suficiente para apretar el nudo de la cuerda y se produzca la muerte.
Mientras más delgada es la cuerda más profundo será el surco. Lo frecuentemente es que el surco aparezca en la parte alta del cuello, inmediatamente debajo de la mandíbula y de que su dirección sea oblicua. El nudo generalmente se orienta hacia el lado izquierdo.
Si se examina con cuidado el surco podrá apreciar pequeñas marcas negras y azules a lo largo de los bordes, estas corresponden a pequeñas zonas equimoticas producidas por la ruptura de finos troncos venosos de la piel y que tiene importancia interpretar pues son elementos que acreditan que el sujeto estaba vivo cuando se produjo la suspensión, diferenciándose de los surcos que se producen cuando se cuelga un cadáver cuya muerte obedeció a otra causa.
Cuando la muerte es el resultado de esta u otras formas de asfixia es frecuente que haya salida de orina y de materia fecal.

Estrangulación con lazo o con las manos:

La disposición de las huellas de los dedos permite conjeturar si la agresión se llevo a cabo por delante o por detrás de la víctima. En el primer caso es una mano tan solo la que oprime la garganta; en el segundo caso se emplean ambas manos, colando la extremidad de los dedos al nivel de la traquea.

Anotación de índole medica en los casos de muerte por asfixia.

Sea cual fuera la causa de la asfixia, se pondrán de manifiesto:

1.      Edema de los pulmones.
2.      Dilatación de las cavidades derechas del corazón
3.      Hemorragia petequiales sub-pleurales y sub-pericardiacas.

Investigaciones químicas en las muertes por asfixia.

Este procedimiento consiste en el examen que se realiza en la sangre arterial. La investigación establecerá la diferencia entre la muerte por asfixia y la causada por otros medios.
El contenido de oxigeno en la sangre arterial será muy baja

Asfixia por sumersión:

Transcurrido algún tiempo el cuerpo emerge en virtud de la formación de gases y aumentan el volumen del cuerpo; esto hace que disminuya su peso especifico.
La duración del periodo que transcurre entes de que el cuerpo flote depende mas bien de la temperatura del agua que de la cantidad de grasas. Cuando el agua esta tibia se aceleran los procesos de putrefacción y con ello una vez transcurrido 24 a 48 hs.
Por lo contrario durante el invierno, el proceso de putrefacción se realiza muy lentamente y pueden pasar varias semanas antes de que el cuerpo aflore a la superficie.
Cuando los gases se han producido en grandes cantidades no solamente contrarrestan la diferencia de peso especifico del cuerpo con respecto al del agua, sino que también superan  los contrapesos que en ocasiones se atan las mismas víctimas en los casos en que se trata de suicidios.
A medida que la putrefacción va avanzando, los gases se desprenden, la hinchazón desaparece y el cadáver se hunde nuevamente y esta ocasión en forma definitiva.

Signos al exterior del ahogado:
  1.       Espuma blanquecina expulsada al exterior por la nariz y la boca y que se diferencia a cuando la muerte obedece a otras causas como padecimientos cardiacos, también puede formarse espuma y aflorar por la nariz y la boca pero la espuma adquiere una coloración rosada.
  2.      Objetos aprisionados en las manos
  3.      Huellas de las uñas en las palmas de las manos
  4.      Palidez de la piel en particular en los ahogados en agua fría con la contracción de los vasos sanguíneos.
  5.      Lividez mas pronunciada en la extremidad cefálica y en el cuello, como consecuencia de la posición del cuerpo en el agua.
  6.      La boca permanece abierta en la gran mayoría de los casos.
Hallazgos al interior:
  1.         Pulmones distendidos y embebidos por el agua
  2.      Las cavidades derechas del corazón se encuentran dilatadas y ocupadas por la sangre de coloración oscura. Ausencia de coagulación.
  3.         Presencia de agua en el estomago y en el duodeno.
  4.         Presencia de agua y otros elementos en la cavidad del estomago y adheridas a las paredes del tracto respiratorio.
Investigación en cadáveres carbonizados.

La víctima se encontraba aun con vida o bien se encontraba muerta al iniciarse el fuego?

Se recurre a dos procedimientos:

1.  Si la víctima aun vivía por consiguiente estaba respirando al iniciarse el incendio, tuvo que haber inhalado un aire con humo y lo frecuente es que se encuentren pequeñas partículas de carbón en las vías aéreas incluyendo las ramificaciones bronquiales.
2.  El segundo consistirá en detectar la presencia de monóxido de carbono en la sangre y en los tejidos.

La víctima fue agredida antes de que se iniciara el incendio?

Aun cuando la piel y la grasa subyacente haya quedado totalmente destruida por la acción del fuego particularmente la región que haya sido traumatizada, se pueden encontrar numerosas partículas de grasa en la trama del tejido pulmonar. La presencia de estos elementos permite esta doble interpretación:

1.      Que la víctima sufrió un traumatismo en alguna región del cuerpo
2.      Que la víctima aun vivía cuando la fue inferido el traumatismo.

Muertes causadas por la acción de venenos.

Hoy, la mayoría de los suicidios y homicidios por envenenamiento se deben a sobredosis de fármacos y drogas, y rara vez al uso de arsénico u otros venenos clásicos. Los análisis bioquímicos e histológicos detectan su presencia en el cuerpo.

Clasificación de venenos
A.    Gases
B.     Anestésicos
C.     Corrosivos
1.     Acidos minerales concetrados
2.     Alaclis concentrados
D.    Venenos orgánicos
E.     Venenos metálicos
1.    Alcaloides
2.    Sustancias que no son alcaloides
F.      Venenos de procedencia alimentaria


Venenos mortíferos:
ARSENICO: Lento, insípido e inodoro. Permanece en el cuerpo después de la muerte, particularmente en el pelo. Se detecta con análisis químico o cromatología gaseosa.

CIANURO: Rápido. Puede ser detectado inmediatamente después de la muerte por su olor a almendras amargas y por los lunares rosados que produce sobre la piel. Sus restos persisten, particularmente en el bazo.

ESTRICNINA: Rápida, con un sabor amargo. No siempre es detectable.

Detector de venenos

Si el forense no está todavía totalmente seguro de las causas que provocaron la muerte de la víctima, intervendrá un toxicólogo especializado en la detección de venenos, productos químicos nocivos y bacterias en el cuerpo. El toxicólogo tiene a su disposición una amplia serie de técnicas sofisticadas para el análisis de especímenes procedentes del laboratorio forense. Entre ellas, se encuentran:

·    EMIT (Técnica Inmunoexperimental de Enzimas Multiplicado): una técnica de ensayo automatizada que detecta la presencia de prácticamente cualquier droga en el torrente sanguíneo.
·      Cromatología de capa fina: un método de análisis químico que detecta el 90 por ciento de los venenos conocidos. Distintos componentes químicos hacen aparecer diferentes bandas de colores sobre papel secante, reflejando sus distintas estructura químicas.
·   Espectrometría de volumen: distintas muestras de sangre son vaporizadas, cargadas eléctricamente y expuestas a un campo magnético. Los componentes de las muestras de sangre son desviados en distinta proporción por el imán. Estas desviaciones pueden registrarse sobre una placa fotográfica y los productos químicos pueden identificarse a partir de sus diferentes configuraciones espectrales.

Cuando se han practicado todas las pruebas y análisis, se redacta un informe para el juzgado sobre la posible causa del fallecimiento y demás circunstancias que resulten de interés.

Aspecto exterior del cadáver después de la muerte

1.      Livideces extensas de color rojo cereza: monóxido de carbono y ácido cianhidrico
2.      Cara y cuello con un tinte muy oscuro: estricnina, hipnóticos, anilina nitrobenceno
3.      Pupilas contraídas: derivados del opio
4.      Pupilas dilatadas: atropina, escopolamina
5.      Quemaduras en la boca y en la nariz: ácidos y álcalis concentrados.
6.      Olores característicos: Fenoles, ácido carbónico, De medras amargas, ácido cianhídrico, etc.                                    

Síntomas que preceden a la muerte

1. Contusiones: estricnina, nicotina.
2. Delirio: Atropina
3. Somnolencia profunda: derivados del opio e hipnóticos
4. Evolución rápida hacia la muerte: ácido cianhidrico, estricnina, nicotina
5. Dolores abdominales: metales, envenenamiento con alimentos
6. Diarrea: metales y alimentos
7. Vómitos: metales, alimentos, DDT
8. Quemaduras en la boca y en la faringe: sustancias corrosivas, mercurio y arsénico.